1 de octubre de 2013

Lo reconozco, soy adicta



Después del paso de las vacaciones y vuelta a la vida real me encontré noche tras noche enganchada a 3 pantallas. Ni una, ni dos, TRES. 

Mirar la tele mientras busco cosas en el IPad y con el móvil al ladito vaya a ser que se me escapé un whatsup se ha convertido en algo habitual. Cierto es que internet y el IPad en los últimos tiempos me han venido muy bien para ir buscando cosas que necesitaba a la vez que disfrutaba del momento de descanso del final del día, pero si ya buscas por buscar, diambulas de un blog a otro sin ton ni son y de lo único que te sirve es para tener las manos ocupadas ¡mec! ERROR algo hay que cambiar.

Así que la señal de alarma me ha servido para engancharme a algo que ya le tenía ganas: tejer con trapillo
Cómo las chotas estoy, lo se. Pero ahora os cuento lo que es el trapillo.
El trapillo son los excedentes de tela convertidas en un ovillo. 
Son de algodón, tacto muy suave, fáciles de maniobrar y tejer, los hay en tantos estampados como os podáis imaginar y se pueden hacer cosas tan bonitas como estas:

Yo he empezado algo que nos os voy a desvelar de momento, entre otras cosas porque aún no lo tengo claro 😜.

Pero el patchwork no lo dejo. Pronto os presentaré el pompón del conejo y el loco corazón. 

Perdonad por el tiempo de espera entr post y post pero estaba desenganchando e del IPad.

Xoxoxoxo